El australiano Peter Barnard destacó en su conferencia en Expo Prado que la prioridad para un país exportador debe ser Acceso a Mercados. Todos los sectores deben agruparse para fortalecer sus declaraciones a nivel de gobierno, sostuvo el especialista que disertó en la actividad organizada por el Instituto Nacional de Carnes.
Las primeras acciones deben estar referidas a preservar al país de enfermedades del ganado, invertir para eliminarlas y finalmente sostener el resultado. La inocuidad alimentaria debe ser apoyada además por un sistema de integridad del producto en general y hay que anticiparse en el desarrollo de mercados.
Poniendo a Australia como ejemplo, manifestó que este país comenzó su lucha contra la brucelosis y la tuberculosis en 1970 y fue hasta 1989 y 1997 cuando logró ser declarado libre de estas enfermedades respectivamente.
Cuando en 1964 Australia abrió su oficina en Tokio solamente exportaba 7.000 toneladas, tras estas décadas transcurridas, hoy exporta unas 342.000 toneladas.
Toda acción lleva mucho tiempo y esfuerzo, indicó Barnard, pero hay que sostenerlo. Para reforzar esta idea, indicó que Australia logró eliminar las restricciones de cuota de EEUU para su carne luego de más de 50 años de esfuerzos metódicos. Algo similar pasó en el mercado de Corea que llevó unos 30 años para la liberalización de la carne y 12 años para el TLC. Con Japón pasaron 40 años y con China 10, para la liberalización de estos mercados.
Ninguna área es más importante que el acceso a mercados, indicó Peter Barnard.
AUDIO con traducción. mp3. Barnard
Presentación en español. ppt
Barnard explicó que el índice de accesos a mercados se mide por las barreras a enfermedades, cuotas y aranceles. El valor de índice de acceso a mercados para Uruguay es de 56, explicó, lo cual significa que enfrente barraras de acceso a mercados 2,9 veces mayor a Nueva Zelanda y 2,5 veces mayor a Australia.
En el caso de Brasil y Argentina, nuestros vecinos, están en un índice de acceso a mercados que va desde 83 a 100, junto con otros países como Paraguay e India. Brasil enfrenta condiciones de acceso en promedio 1,5 veces mayores que Uruguay.